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domingo, 27 de enero de 2019
domingo, 13 de enero de 2019
DIETA PARA BAJAR EL COLESTEROL ALTO - HIPERCOLESTEROLEMIA
Un elevado porcentaje de la población española, concretamente el 20% mayor de 18 años, presenta un nivel de colesterol superior a 250 mg/dl (un valor excesivo), según un estudio de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). El aumento en las concentraciones plasmáticas de colesterol por encima de los niveles normales (cantidad superior a 200 mg/dl) mantiene preocupada a buena parte de la sociedad.
Factores
Las dietas inadecuadas entre la población son un factor determinante en esta hipercolesterolemia. Y es que son muchas las personas que incluyen en su alimentación numerosas grasas de origen animal, grasas saturadas y alcohol, en parte por la rapidez que exige nuestra vida. Sin embargo, hay otros factores que posibilitan el aumento de colesterol en nuestro organismo como: las enfermedades hepáticas, patologías endocrinas y renales, junto con la administración de ciertos fármacos y la predisposición genética a la hipercolesterolemia. Esta última, enfermedad hereditaria que se expresa desde el nacimiento, es producida por mutaciones en el gen que codifica el receptor de las LDL (estos receptores se encargan de eliminar el colesterol de la sangre) y cursa con un aumento del colesterol en sangre, principalmente del colesterol transportado por lipoproteínas de baja densidad (LDL o colesterol malo).
Soluciones
El tratamiento de esta patología requiere un cambio del estilo de vida: alimentación sana, reducir la ingesta de alcohol, dejar de fumar, evitar el exceso de peso y realizar ejercicio físico son las armas necesarias para combatir esta patología, que en algunos casos requiere el uso de fármacos. Pero, ¿cuál es la verdadera clave? Sin duda, la alimentación.
Para conseguir nuestro objetivo, controlar el temido colesterol, tenemos que basar nuestra dieta en alimentos como: frutas y verduras, cinco raciones al día; hortalizas; cereales integrales (pan, pasta, arroz); legumbres (tres raciones a la semana); pescado azul (al menos, tres raciones a la semana (atún, sardina, boquerón, salmón...); frutos secos (nueces, almendras) y aceite de oliva virgen.
Estos alimentos nos aportan nutrientes que nos ayudan a reducir los niveles de colesterol en sangre y aumentar el denominado colesterol-HDL (colesterol bueno) porque aportan los ácidos grasos monoinsaturados (presentes en el aceite de oliva virgen), ácidos grasos omega-3 (pescado azul), esteroles/estanoles vegetales (en aceites vegetales o incorporados en productos lácteos), antioxidantes (como frutas y verduras).
Evitar ciertos alimentos
Por otro lado tenemos que evitar aquellos alimentos que en su propia composición incluyen abundante grasa perjudicial para el corazón. Es sencillo. Por ejemplo, puedes sustituir los lácteos enteros por los desnatados; la mantequilla por el aceite de oliva y las carnes grasas por carnes magras con poca grasa, como el conejo o el pollo sin piel. En cuanto a los embutidos, yemas de huevo, fritos comerciales y la bollería industrial debes evitarlos.
Si dudas como cocinar para evitar el colesterol, lo aconsejable son los métodos de cocinado con poca grasa como: al horno, a la plancha, a la parrilla, al microondas, asado o cocción al vapor.
Para prevenir la hipercolesterolemia:
Factores
Las dietas inadecuadas entre la población son un factor determinante en esta hipercolesterolemia. Y es que son muchas las personas que incluyen en su alimentación numerosas grasas de origen animal, grasas saturadas y alcohol, en parte por la rapidez que exige nuestra vida. Sin embargo, hay otros factores que posibilitan el aumento de colesterol en nuestro organismo como: las enfermedades hepáticas, patologías endocrinas y renales, junto con la administración de ciertos fármacos y la predisposición genética a la hipercolesterolemia. Esta última, enfermedad hereditaria que se expresa desde el nacimiento, es producida por mutaciones en el gen que codifica el receptor de las LDL (estos receptores se encargan de eliminar el colesterol de la sangre) y cursa con un aumento del colesterol en sangre, principalmente del colesterol transportado por lipoproteínas de baja densidad (LDL o colesterol malo).
Soluciones
El tratamiento de esta patología requiere un cambio del estilo de vida: alimentación sana, reducir la ingesta de alcohol, dejar de fumar, evitar el exceso de peso y realizar ejercicio físico son las armas necesarias para combatir esta patología, que en algunos casos requiere el uso de fármacos. Pero, ¿cuál es la verdadera clave? Sin duda, la alimentación.
Para conseguir nuestro objetivo, controlar el temido colesterol, tenemos que basar nuestra dieta en alimentos como: frutas y verduras, cinco raciones al día; hortalizas; cereales integrales (pan, pasta, arroz); legumbres (tres raciones a la semana); pescado azul (al menos, tres raciones a la semana (atún, sardina, boquerón, salmón...); frutos secos (nueces, almendras) y aceite de oliva virgen.
Estos alimentos nos aportan nutrientes que nos ayudan a reducir los niveles de colesterol en sangre y aumentar el denominado colesterol-HDL (colesterol bueno) porque aportan los ácidos grasos monoinsaturados (presentes en el aceite de oliva virgen), ácidos grasos omega-3 (pescado azul), esteroles/estanoles vegetales (en aceites vegetales o incorporados en productos lácteos), antioxidantes (como frutas y verduras).
Evitar ciertos alimentos
Por otro lado tenemos que evitar aquellos alimentos que en su propia composición incluyen abundante grasa perjudicial para el corazón. Es sencillo. Por ejemplo, puedes sustituir los lácteos enteros por los desnatados; la mantequilla por el aceite de oliva y las carnes grasas por carnes magras con poca grasa, como el conejo o el pollo sin piel. En cuanto a los embutidos, yemas de huevo, fritos comerciales y la bollería industrial debes evitarlos.
Si dudas como cocinar para evitar el colesterol, lo aconsejable son los métodos de cocinado con poca grasa como: al horno, a la plancha, a la parrilla, al microondas, asado o cocción al vapor.
Para prevenir la hipercolesterolemia:
- Consume un 30-35% de grasa, principalmente en forma de pescados y aceite de oliva virgen.
- La grasa saturada es conveniente reducirla. Lo recomendable es que sea menos de un 10 % de la dieta.
- Ingerir menos de un 7% de grasa poliinsaturada.
- Limitar la grasa monoinsaturada a un 15-20% de la dieta.
- Consumir menos de 300 mg de colesterol, 50-55% de hidratos de carbono y un 15% de proteínas.
- Tomar 20-30 g de fibra y las calorías suficientes para mantener un peso adecuado.
DIETA PARA LA ENFERMEDAD CORONARIA - INFARTO Y ANGINA DE PECHO
En la enfermedad coronaria (infarto agudo de miocardio, angina de pecho estable e inestable), el tratamiento dietético va a estar condicionado a la gravedad y al momento evolutivo de la enfermedad. Tras la fase aguda del infarto de miocardio, cuando el paciente es dado de alta, el objetivo principal es realizar prevención secundaria de los factores de riesgo cardiovascular, reducir la carga de trabajo del corazón y promover pautas de estilo de vida saludable.
El plan de alimentación recomendado debe ajustarse a las siguientes pautas:
Energía
Las calorías totales de la dieta deben ser las adecuadas para obtener un peso lo más cercano posible al ideal y mantenerlo lo largo del tiempo. Asegurar un peso saludable es fundamental en el tratamiento de las enfermedades coronarias, ya que la obesidad es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular modificables, es decir, aquéllos sobre los que podemos actuar. Y es que la pérdida de peso produce muchos beneficios:
Grasas totales
Se recomienda que las grasas totales cubran menos de un 30% del total de calorías. Es muy importante distribuir los ácidos grasos de manera saludable, o sea, se favorezca la presencia de ácidos grasos insaturados y se limite la cantidad de ácidos grasos saturados y colesterol.
Ácidos grasos saturados. La dieta en la enfermedad coronaria debe ser baja en grasas saturada, aportando entre un 8-10% del total de calorías. En algunos casos, en una segunda etapa es necesario reducir a menos del 7% de las calorías diarias. Este tipo de ácido graso se encuentra en los alimentos de origen animal, como los lácteos enteros, quesos, carnes, mantequilla o aves. También está presente en algunos aceites vegetales, como el de coco, palma y palmiste, que son utilizados frecuentemente en productos industrializados y bollería. Para cumplir las recomendaciones es necesario reducir la cantidad de grasa saturada, adoptando unos simples cambios en la selección de alimentos. Por ejemplo, reemplazar los lácteos enteros por semidesnatados o desnatados, retirar la grasa visible de las carnes y la piel de las aves, sustituir la mantequilla por aceite de oliva y utilizar métodos de cocción como el hervido, el vapor, el asado o la plancha.
Ácidos grasos polinsaturados. Según los especialistas, el aporte recomendado no debe sobrepasar el 10% de calorías diarias. En este grupo se incluyen los ácidos grasos omega 3, presentes en pescados azules como las sardinas, el salmón, el jurel y la caballa, y los omega 6 de las semillas y cereales. Es muy saludable consumir entre 3 y 5 raciones semanales de pescado, procurando que al menos una de ellas sea de pescado azul.
Ácidos grasos monoinsaturados. Aportarán hasta el 15% de las calorías totales. El aceite de oliva y los frutos secos son ricos en estos ácidos grasos. Resulta muy saludable incorporar este aceite en la alimentación habitual, principalmente en reemplazo de ácidos grasos saturados.
Hidratos de carbono
Representarán aproximadamente el 55% de las calorías totales. Para lograrlo, es fundamental aumentar el consumo de frutas, verduras y cereales. Al menos 5 raciones diarias deben provenir del grupo de frutas y verduras.
Proteínas
Aportarán alrededor del 15% de las calorías totales. Están presentes en carnes, pescados, huevos, aves, legumbres y lácteos.
Colesterol
Menos de 200-300 mg al día. El colesterol se encuentra solamente en productos de origen animal.
Sodio
Se restringe según la prescripción dietética. Es conveniente cocinar sin sal, utilizando en su lugar condimentos como ajo, cebolla, tomillo, clavo de olor, pimienta, orégano, etc.
La adopción de hábitos cardiosaludables, como dejar de fumar y hacer ejercicio, es una medida imprescindible en el tratamiento de la enfermedad coronaria. En el caso de la actividad física, ésta debe emprenderse siempre bajo indicación médica y de manera gradual. Otro hábito alimentario recomendable es realizar comidas de poca cantidad, divididas en al menos cinco ingestas diferentes a lo largo del día (desauno, media mañana, comida, merienda, cena). Este fraccionamiento contribuye a que el gasto cardiaco necesario para metabolizar los alimentos sea menor.
https://fundaciondelcorazon.com/nutricion/dieta/1244-dieta-para-la-enfermedad-coronaria.html
El plan de alimentación recomendado debe ajustarse a las siguientes pautas:
Energía
Las calorías totales de la dieta deben ser las adecuadas para obtener un peso lo más cercano posible al ideal y mantenerlo lo largo del tiempo. Asegurar un peso saludable es fundamental en el tratamiento de las enfermedades coronarias, ya que la obesidad es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular modificables, es decir, aquéllos sobre los que podemos actuar. Y es que la pérdida de peso produce muchos beneficios:
- Disminuye las cifras de colesterol malo (LDL).
- Reduce los triglicéridos.
- Baja las cifras de presión arterial.
- Eleva los niveles de colesterol bueno (HDL).
- Evita que se sobrecargue de trabajo al corazón.
Grasas totales
Se recomienda que las grasas totales cubran menos de un 30% del total de calorías. Es muy importante distribuir los ácidos grasos de manera saludable, o sea, se favorezca la presencia de ácidos grasos insaturados y se limite la cantidad de ácidos grasos saturados y colesterol.
Ácidos grasos saturados. La dieta en la enfermedad coronaria debe ser baja en grasas saturada, aportando entre un 8-10% del total de calorías. En algunos casos, en una segunda etapa es necesario reducir a menos del 7% de las calorías diarias. Este tipo de ácido graso se encuentra en los alimentos de origen animal, como los lácteos enteros, quesos, carnes, mantequilla o aves. También está presente en algunos aceites vegetales, como el de coco, palma y palmiste, que son utilizados frecuentemente en productos industrializados y bollería. Para cumplir las recomendaciones es necesario reducir la cantidad de grasa saturada, adoptando unos simples cambios en la selección de alimentos. Por ejemplo, reemplazar los lácteos enteros por semidesnatados o desnatados, retirar la grasa visible de las carnes y la piel de las aves, sustituir la mantequilla por aceite de oliva y utilizar métodos de cocción como el hervido, el vapor, el asado o la plancha.
Ácidos grasos polinsaturados. Según los especialistas, el aporte recomendado no debe sobrepasar el 10% de calorías diarias. En este grupo se incluyen los ácidos grasos omega 3, presentes en pescados azules como las sardinas, el salmón, el jurel y la caballa, y los omega 6 de las semillas y cereales. Es muy saludable consumir entre 3 y 5 raciones semanales de pescado, procurando que al menos una de ellas sea de pescado azul.
Ácidos grasos monoinsaturados. Aportarán hasta el 15% de las calorías totales. El aceite de oliva y los frutos secos son ricos en estos ácidos grasos. Resulta muy saludable incorporar este aceite en la alimentación habitual, principalmente en reemplazo de ácidos grasos saturados.
Hidratos de carbono
Representarán aproximadamente el 55% de las calorías totales. Para lograrlo, es fundamental aumentar el consumo de frutas, verduras y cereales. Al menos 5 raciones diarias deben provenir del grupo de frutas y verduras.
Proteínas
Aportarán alrededor del 15% de las calorías totales. Están presentes en carnes, pescados, huevos, aves, legumbres y lácteos.
Colesterol
Menos de 200-300 mg al día. El colesterol se encuentra solamente en productos de origen animal.
Sodio
Se restringe según la prescripción dietética. Es conveniente cocinar sin sal, utilizando en su lugar condimentos como ajo, cebolla, tomillo, clavo de olor, pimienta, orégano, etc.
La adopción de hábitos cardiosaludables, como dejar de fumar y hacer ejercicio, es una medida imprescindible en el tratamiento de la enfermedad coronaria. En el caso de la actividad física, ésta debe emprenderse siempre bajo indicación médica y de manera gradual. Otro hábito alimentario recomendable es realizar comidas de poca cantidad, divididas en al menos cinco ingestas diferentes a lo largo del día (desauno, media mañana, comida, merienda, cena). Este fraccionamiento contribuye a que el gasto cardiaco necesario para metabolizar los alimentos sea menor.
https://fundaciondelcorazon.com/nutricion/dieta/1244-dieta-para-la-enfermedad-coronaria.html
Alimentación adecuada para las personas con enfermedad coronaria
Los pacientes con enfermedad coronaria conocida precisan tener unos niveles muy bajos de colesterol en sangre, sin que suba la tensión y con la glucosa controlada. Esto se consigue gracias a la dieta, la medicación y el ejercicio. La dieta que recomendamos en estos casos es la típica dieta mediterránea, rica en verduras y hortalizas, frutas, pescados y carnes no grasas a la plancha, preparada con aceite de oliva virgen y evitando la sal. Tomar lácteos desnatados y evitar embutidos, bollería industrial y precocinados.
https://fundaciondelcorazon.com/informacion-para-pacientes/enfermedades-cardiovasculares/sindrome-de-brugada/629-icual-es-la-alimentacion-mas-adecuada-para-las-personas-con-enfermedad-coronaria.html
https://fundaciondelcorazon.com/informacion-para-pacientes/enfermedades-cardiovasculares/sindrome-de-brugada/629-icual-es-la-alimentacion-mas-adecuada-para-las-personas-con-enfermedad-coronaria.html
Dieta específica para las personas que padecen fibrilación auricular.
El plan alimentario recomendado para la fibrilación auricular es una dieta baja en grasas saturadas, colesterol y sodio. Si bien no disponemos de una dieta específica para esta enfermedad, la dieta para la enfermedad coronaria y la dieta para la hipercolesterolemia se adaptan perfectamente a estas características.
Asimismo, le recomendamos evitar los alimentos ricos en sodio, especialmente caldos concentrados, sopas comerciales, bacalao salado, tocino, pizzas comerciales, quesos curados, aceitunas, patatas fritas, frutos secos salados, jamón serrano, alimentos precocinados (croquetas, empanadillas), alimentos enlatados, ahumados y curados.
Otra de las medidas fundamentales es intentar perder peso si presenta obesidad o sobrepeso.
https://fundaciondelcorazon.com/informacion-para-pacientes/enfermedades-cardiovasculares/sindrome-de-brugada/2015-quisiera-que-me-informaran-sobre-una-dieta-especifica-para-las-personas-que-padecen-fibrilacion-auricular-jaime-colombia.html
Asimismo, le recomendamos evitar los alimentos ricos en sodio, especialmente caldos concentrados, sopas comerciales, bacalao salado, tocino, pizzas comerciales, quesos curados, aceitunas, patatas fritas, frutos secos salados, jamón serrano, alimentos precocinados (croquetas, empanadillas), alimentos enlatados, ahumados y curados.
Otra de las medidas fundamentales es intentar perder peso si presenta obesidad o sobrepeso.
https://fundaciondelcorazon.com/informacion-para-pacientes/enfermedades-cardiovasculares/sindrome-de-brugada/2015-quisiera-que-me-informaran-sobre-una-dieta-especifica-para-las-personas-que-padecen-fibrilacion-auricular-jaime-colombia.html
Muerte súbita: buscan evitar que personas “sanas” muera al hacer deporte
Será uno de los ejes que se tratarán hoy en el Congreso Argentino de Cardiología. Advierten que hay “pistas silenciosas” que se detectan con estudios médicos, más allá del apto físico
Hacer ejercicio es bueno y ayuda, entre otras cosas, a mantener el corazón sano y vivir más. Sin embargo, llevar el cuerpo al límite sin pasar por ciertos controles puede ser peligroso. La muerte súbita golpea, cada tanto, al mundo del deporte. Y no sólo afecta a los atletas de elite sino también a los aficionados y a los amantes de prácticas exigentes como el CrossFit. Contrario a lo que se cree, existen “pistas silenciosas” de algunas de las enfermedades que derivan en estas tragedias que pueden detectarse a través de estudios médicos y ser tratados a tiempo. Reducir las muertes en las canchas y en los gimnasios será uno de los temas que se abordará hoy en una charla que se realizará en La Rural, dentro del simposio previo al 42° Congreso Argentino de Cardiología del que participarán más de 1.800 expertos.
Según la Asociación Americana del Corazón y el Colegio Americano de Cardiología, la principal causa de muerte súbita en el deporte en menores de 35 años de América es un engrosamiento de las paredes del corazón que se conoce como miocardiopatía hipertrófica. “En general, la persona que sufre esta afección no tiene señales de alerta ya que el primer síntoma suele ser la muerte. Pero esto no quiere decir que no existan signos para diagnosticarla”, explica Alberto Alves de Lima, cardiólogo y director de docencia del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA).
Para llegar a esa “pistas silenciosas” es vital que la persona que quiera iniciarse en algún deporte pase por el médico. El especialista debe tener en cuenta cuatro elementos clave. “Primero, la realización de un electrocardiograma y, luego, un diagnóstico por imágenes a través de, por ejemplo, una resonancia magnética nuclear cardíaca. Esas son dos herramientas para detectar alteraciones en el corazón que pueden derivar en la muerte súbita como la miocardiopatía hipertrófica o la displasia arritmogénica del ventrículo derecho”, detalla Alves de Lima.
Gastón Albina, subjefe del servicio de Electrofisiología del ICBA, afirma que con los estudios pertinentes ambas patologías “se pueden detectar en el 90% de los casos” y así actuar en forma precoz para prevenir la muerte súbita que afecta a “una de cada mil personas”. En el control hay que atender, “en tercera instancia, a los antecedentes familiares y, en caso de que existan, recurrir a estudios de sangre y saliva para verificar si el paciente cuenta con cierta predisposición genética a sufrir la muerte súbita o no”, enumera Alves de Lima. Y agrega: “Muchas veces, la solución para los que tienen estas patologías es que dejen de hacer deporte. En otros casos, existen terapias farmacológicas y hasta se puede recurrir a la colocación de un dispositivo antiarrítmico”.
El deporte competitivo y de alto rendimiento aumenta las chances de muerte súbita. Y las disciplinas más riesgosas –según Roberto Peidró, presidente de la Fundación Cardiológica Argentina– son las que implican cambios de velocidad. En la lista, figuran el básquet, el fútbol y el rugby. También actividades como CrossFit”, cuenta el cardiólogo especializado en Medicina del Deporte. “Pese a que en los maratones no suele haber cambios de ritmo, por su intensidad también son disciplinas de riesgo”, remarca el experto y pide cumplir con el apto médico y recurrir a controles periódicos.
“La Sociedad Europea de Cardiología demostró una disminución significativa de los casos a partir de la realización obligatoria de chequeos anuales que incluyan un electrocardiograma. La implementación de este estudio, entre 1982 y 2006 en Italia, provocó que los fallecimientos se redujeran en un 89%. Si bien en Argentina existen normas para replicar dicho esquema, los deportistas de acá no siempre las cumplen”, cierra Peidró.
https://www.elparana.com/muerte-subita-buscan-evitar-que-personas-sanas-muera-al-hacer-deporte
12 octubre, 2016
Hacer ejercicio es bueno y ayuda, entre otras cosas, a mantener el corazón sano y vivir más. Sin embargo, llevar el cuerpo al límite sin pasar por ciertos controles puede ser peligroso. La muerte súbita golpea, cada tanto, al mundo del deporte. Y no sólo afecta a los atletas de elite sino también a los aficionados y a los amantes de prácticas exigentes como el CrossFit. Contrario a lo que se cree, existen “pistas silenciosas” de algunas de las enfermedades que derivan en estas tragedias que pueden detectarse a través de estudios médicos y ser tratados a tiempo. Reducir las muertes en las canchas y en los gimnasios será uno de los temas que se abordará hoy en una charla que se realizará en La Rural, dentro del simposio previo al 42° Congreso Argentino de Cardiología del que participarán más de 1.800 expertos.
Según la Asociación Americana del Corazón y el Colegio Americano de Cardiología, la principal causa de muerte súbita en el deporte en menores de 35 años de América es un engrosamiento de las paredes del corazón que se conoce como miocardiopatía hipertrófica. “En general, la persona que sufre esta afección no tiene señales de alerta ya que el primer síntoma suele ser la muerte. Pero esto no quiere decir que no existan signos para diagnosticarla”, explica Alberto Alves de Lima, cardiólogo y director de docencia del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA).
Para llegar a esa “pistas silenciosas” es vital que la persona que quiera iniciarse en algún deporte pase por el médico. El especialista debe tener en cuenta cuatro elementos clave. “Primero, la realización de un electrocardiograma y, luego, un diagnóstico por imágenes a través de, por ejemplo, una resonancia magnética nuclear cardíaca. Esas son dos herramientas para detectar alteraciones en el corazón que pueden derivar en la muerte súbita como la miocardiopatía hipertrófica o la displasia arritmogénica del ventrículo derecho”, detalla Alves de Lima.
Gastón Albina, subjefe del servicio de Electrofisiología del ICBA, afirma que con los estudios pertinentes ambas patologías “se pueden detectar en el 90% de los casos” y así actuar en forma precoz para prevenir la muerte súbita que afecta a “una de cada mil personas”. En el control hay que atender, “en tercera instancia, a los antecedentes familiares y, en caso de que existan, recurrir a estudios de sangre y saliva para verificar si el paciente cuenta con cierta predisposición genética a sufrir la muerte súbita o no”, enumera Alves de Lima. Y agrega: “Muchas veces, la solución para los que tienen estas patologías es que dejen de hacer deporte. En otros casos, existen terapias farmacológicas y hasta se puede recurrir a la colocación de un dispositivo antiarrítmico”.
El deporte competitivo y de alto rendimiento aumenta las chances de muerte súbita. Y las disciplinas más riesgosas –según Roberto Peidró, presidente de la Fundación Cardiológica Argentina– son las que implican cambios de velocidad. En la lista, figuran el básquet, el fútbol y el rugby. También actividades como CrossFit”, cuenta el cardiólogo especializado en Medicina del Deporte. “Pese a que en los maratones no suele haber cambios de ritmo, por su intensidad también son disciplinas de riesgo”, remarca el experto y pide cumplir con el apto médico y recurrir a controles periódicos.
“La Sociedad Europea de Cardiología demostró una disminución significativa de los casos a partir de la realización obligatoria de chequeos anuales que incluyan un electrocardiograma. La implementación de este estudio, entre 1982 y 2006 en Italia, provocó que los fallecimientos se redujeran en un 89%. Si bien en Argentina existen normas para replicar dicho esquema, los deportistas de acá no siempre las cumplen”, cierra Peidró.
https://www.elparana.com/muerte-subita-buscan-evitar-que-personas-sanas-muera-al-hacer-deporte
sábado, 12 de enero de 2019
La resonancia magnética cardiaca (RMC)
Permite obtener una imagen detallada del corazón, incluidas las cavidades y las válvulas. Este estudio, no invasivo, es indoloro y no emplea radiación.
¿En qué consiste la resonancia magnética cardiaca?
La resonancia magnética cardiaca (RMC) es un una técnica de imagen para el estudio no invasivo del corazón, inocua ya que no utiliza radiación, bien tolerada y segura. Actualmente se encuentra disponible en la mayoría de hospitales. Permite estudiar en una sola exploración la función y estructura del corazón. Ofrece una imagen detallada del corazón, incluidas las cavidades y las válvulas. Está indicada para el estudio anatómico y funcional de cardiopatías congénitas, el origen anómalo de las coronarias, estudio de viabilidad y de perfusión del músculo cardiaco (con administración de contraste), estudios de función ventricular, estudio de miocardiopatías (enfermedades del músculo cardiaco), enfermedades del pericardio (capa de tejido que recubre al corazón) y masas cardiacas. Permite obtener imágenes en cualquier plano con alta calidad de imagen y presenta una excelente capacidad para la diferenciación de tejidos sin necesidad de emplear contraste intravenoso.
¿Cómo se realiza la resonancia magnética cardiaca?
- El estudio es indoloro y no emplea radiación. Durante el proceso, el paciente se encuentra acostado en el interior de la máquina de resonancia magnética, que es un tubo largo y estrecho, aproximadamente de un metro de diámetro y abierto por sus extremos.
- Dentro del tubo, la persona está rodeada por un campo magnético que reacciona con los elementos magnéticos dentro del cuerpo y transmite una débil señal de radio. Esta se recoge y se procesa en un ordenador, ofreciendo finalmente una imagen que puede visualizarse en la pantalla.
- Desde la sala de control se observa al paciente permanentemente y se está en comunicación con él por medio de un interfono. A pesar de ello, existen algunas personas con claustrofobia, que no toleran estar en un espacio cerrado, y que, por tanto, no pueden beneficiarse de esta exploración. En el caso de realizar una resonancia magnética a niños pequeños, puede ser necesario efectuar una sedación ligera para que se pueda realizar adecuadamente la exploración.
- Durante la exploración el único inconveniente es el ruido monótono generado por el equipo, que puede minimizarse escuchando música a través de auriculares durante el tiempo que dure el estudio.
- Durante el procedimiento, el paciente deberá permanecer inmóvil. Posiblemente le pidan que contenga brevemente la respiración mientras se obtienen las imágenes del corazón.
El paciente
Es necesario que el paciente antes del procedimiento se quite elementos de joyería y ropa que puedan contener material metálico. Antes de la realización de la resonancia magnética cardiaca se deberán tener en cuenta ciertos aspectos y no se podrá llevar a cabo la técnica en los siguientes casos:
- Materiales ferromagnéticos (cuerpos extraños metálicos intraoculares, clips utilizados como tratamiento de aneurismas intracraneales, etc.). Los objetos metálicos empleados en las intervenciones cardiacas tales como las suturas de esternotomía, stents coronarios (incluyendo stents recubiertos por fármacos), clips de cirugía de bypass y/o las prótesis valvulares cardiacas no constituyen una contraindicación siempre y cuando dichos elementos no estén compuestos por materiales ferromagnéticos.
- Implantes cocleares (en el oído interno) o audífonos.
- Pacientes con obesidad que excedan el tamaño permitido por el equipo de resonancia.
- Actualmente no existe contraindicación absoluta que impida realizar la resonancia en todos los pacientes portadores de marcapasos, desfribiladores u otros dispositivos electrónicos. El médico especialista deberá acceder a la información ofrecida por el fabricante del dispositivo para cerciorarse de que se puede llevar a cabo la prueba en caso de tenerlo implantado.
- En relación al tiempo que se debe esperar entre el implante de un dispositivo y la realización de la resonancia: si el dispositivo implantado no es ferromagnético y no hay riesgo de sobrecalentamiento del mismo, la resonancia magnética cardiaca se puede realizar inmediatamente después del implante.
https://fundaciondelcorazon.com/informacion-para-pacientes/metodos-diagnosticos/resonancia-magnetica-cardiaca.html
Estudio Electrofisiológico
¿Qué es y para qué sirve un Estudio Electrofisiológico?
Un Estudio Electrofisiológico es un procedimiento que permite estudiar las alteraciones del ritmo cardiaco (arritmias). Este estudio puede ser útil para pacientes con palpitaciones, taquicardias, mareos, pérdidas de conocimiento, episodios de muerte súbita recuperada, etc. En pacientes con taquicardias, éstas pueden provocarse durante la prueba para ver de qué tipo son, de dónde provienen y qué tratamiento es el más adecuado. En pacientes con pérdidas de conocimiento el Estudio Electrofisiológico puede ser útil para valorar si éstas pueden ser causadas por arritmias.
¿Cómo se realiza un Estudio Electrofisiológico?
Para realizar un Estudio Electrofisiológico se introducen uno o varios catéteres por punción en una vena femoral, en la ingle. Estos catéteres son cables eléctricos muy finos que se avanzan guiados por rayos x a través de las venas y se ubican en lugares concretos del corazón para estudiar su activación eléctrica en distintas circunstancias (durante ritmo normal, estimulación, taquicardia o tras la administración de determinados fármacos). En otros casos es necesario acceder directamente a las cámaras cardíacas izquierdas, para lo que hay acceder a través de la arteria femoral (ingle) o atravesar el tabique que separa la aurícula derecha de la izquierda (punción transeptal).
El procedimiento se hace habitualmente con anestesia local en la zona de punción. Durante el procedimiento el paciente está consciente y puede comunicarse con los médicos y enfermeras. Los Estudios Electrofisiológicos en niños o pacientes poco colaboradores también se hacen bajo anestesia general.
La duración aproximada del procedimiento es de 2 horas, aunque por la dificultad de algunos casos ésta puede llegar a ser superior.
Los pacientes normalmente pueden irse a casa el mismo día de un estudio electrofisiológico si no hay complicaciones ni otros motivos para seguir internado.
¿Qué molestias y riesgos tiene?
Las molestias habituales del procedimiento son las derivadas de las punciones, de las palpitaciones que se pueden producir durante el estudio y de la inmovilización que tiene que mantener durante el procedimiento y en las horas siguientes. Infrecuentemente (en 1 de cada 100 pacientes) se pueden producir, hematomas importantes, flebitis o trombosis en las zonas de punción. Excepcionalmente (en 1 de cada 1.000 pacientes) pueden ocurrir complicaciones mas graves que pongan en peligro la vida del enfermo como la perforación del corazón o una gran vena, la lesión de una arteria coronaria, embolias, arritmias o reacciones alérgicas relacionadas a los anestésicos locales o contrastes. Estas complicaciones también dependen de la experiencia del equipo médico.
https://icba.com.ar/arritmias/electrofisiologico.html
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